viernes, 31 de diciembre de 2010

HISTORIA

Con la fundación de Guadalajara, la de Jalisco, hace 461 años, se estableció la base desde la cual vascos como los hermanos alaveses Juan y Cristóbal de Oñate y los Ibarra, cuya madre era de Durango, lograrían la colonización y civilización del Occidente y el Noroeste de lo que ahora conocemos como México y que entonces abarcaron la Nueva Galicia y la Nueva Vizcaya hasta los límites de los actuales estados norteamericanos de Washington, Oregon, Wyoming y Lousiana,

El 14 de febrero se conmemora la fecha 461 en que Cristóbal Pérez de Narriahondo, Martínez de Vicente, Baeza e Irarzabal, más conocido como Cristóbal de Oñate, clavó una espada en el tronco de una higuera detrás de donde ahora es el Teatro Degollado, para declarar fundada la ciudad, en representación del conquistador Nuño de Guzmán, oriundo de la Guadalajara de España, acto que está representado por un bello monumento en ese mismo lugar y en el que figuran los hermanos Miguel, Francisco y Diego de Ibarra, el primero de los cuales fungiría como Primer Alcalde de la ciudad y el segundo como fundador y colonizador del Reino de la Nueva Vizcaya con su capital Durango y que comprendía lo que ahora son los estados de Durango, Zacatecas, Coahuila, Sinaloa, Chihuahua y Sonora.

Los hermanos Oñate tenían fuertes discrepancias con Nuño de Guzmán pues en tanto que éste actuaba como un conquistador castellano típico apoyándose en las armas para todo y era cruel y arbitrario, tanto los Oñate como los Ibarra, y todos los demás "vizcaínos" que iban en el contingente eran humanitarios y contrarios a los despojos y a los abusos y preferían la fuerza de las ideas, de las palabras, la caridad y el convencimiento. Poco después de fundada Guadalajara, Nuño regresó a España por cuentas pendientes que tenía en la Península y ello permitió a los Oñate y a los Ibarra gobernar como ellos querían y lograr una colonización humanista y pacífica, lo que efectivamente consiguieron con las positivas consecuencias que aún se pueden apreciar hoy día pues tanto el Occidente como el Norte de México son regiones progresistas y de gente trabajadora, descendiente en cierto porcentaje de aquellos colonizadores vascos, entre quienes estaban Juan Machain de la Guarda, Tomás y Juan de Birrieta, Juan de Villarreal, Juan de Urrutia, Juan de Zubia, Alonso de Arostegui, Juan de Urbina, Pedro de Murrieta y Juan de Saldibar, aunque también venían andaluces, extremeños, castellanos, montañeses, portugueses y algunos gallegos.

Fue uno de estos gallegos precisamente quien durante sus correrías por el territorio conquistado le encontró similitudes con su natal Galicia y comenzó a llamarle Nueva Galicia, nombre que prevaleció como Reino de la Nueva Galicia, con cierta autonomía del virreinato que constituía la Nueva España.

La conquista y colonización del Occidente de esto que ahora es México dio comienzo el 21 de diciembre de 1529 cuando Nuño de Guzmán reunió a su hueste en la plaza mayor de México, integrada por 267 españoles y varios miles de guerreros indígenas, hueste que fue aumentando en el camino pues se le fueron uniendo otros indígenas para someter a los indios cazcanes, chichimecos, mixtones y de otros grupos que, dicho sea de paso, eran muy belicosos y no se prestaban a entrar en negociaciones de ninguna clase.

Luego de muchas vicisitudes y de tres intentos de fundar lo que por fin fue Guadalajara, llegaron los conquistadores al valle de Atemajac, se hizo la fundación y el trazo de la ciudad y, como era la costumbre, los españoles se instalaron en el llamado "primer cuadro" de la misma y los indígenas en barrios alrededor de ella llamados precisamente "barrios de indios". Un detalle interesante es que, a diferencia de los conquistadores de Tenochtitlán, la capital de los aztecas o meshicas, que venían solos, en este caso traían a sus familias y no se propiciaba el mestizaje, por lo que hasta la fecha, la gente de Jalisco conserva mucho de sus rasgos europeos, y los que tienen origen vasco se sienten identificados y orgullosos de sus raíces a veces hasta sin saber por qué y se afirman más si se les explica la razón de su manera de sentir, como que se encuentran a sí mismos y se explican la razón de muchas de sus reacciones espontáneas muy propias de su carácter, diferentes de las de otras personas que no tienen los mismos cromosomas.

Es fácil reconocer a estos "vascos de sangre" pues no pueden negar "la cruz de su parroquia". A este respecto, saliéndome un poco del tema de la crónica de la conquista y fundación de la Nueva Galicia,
Bien, siguiendo en lo que estábamos, en lo que se fundaba Guadalajara Nuño fundó la ciudad de Culiacán en el norteño estado de Sinaloa, en compañía de los vascos Juan de Labastida, Diego de Mendoza y Diego de Ibarra, en tanto que en Guadalajara, en su primera fundación quedaron como Alcalde Mayor Juan de Oñate y como regidores Ortiz de Zúñiga, Miguel de Ibarra y Santiago de Aguirre; al mismo tiempo se había fundado otra ciudad como capital de Nueva Galicia, llamada Compostela, y en esta quedaron como Alcalde Mayor Cristóbal de Oñate y como regidores otros vascos: Juan de Villalba, Alonso de Gaztañaga, Juan de Samaniego, Domingo de Arteaga, Jerónimo de Arceneaga, Martín de Rentería y Jerónimo de Orozco. Establecidas las autoridades en Guadalajara, tanto civiles como eclesiásticas, y después de resolver favorablemente algunas peleas con indios rebeldes y de dejar funcionando en paz la región, continuó la exploración de territorios situados más al norte y los Oñate, junto con los Ibarra, a quienes se incorporó Francisco de Urdiñola, natural de Oyarzun, fundaron Zacatecas, que se convirtió en un emporio minero y agropecuario y llegó a tener casa de moneda propia, y luego Nombre de Dios y Durango, el 8 de julio de 1563 por Francisco de Ibarra, al que el rey de España concedió el título de ciudad en el siglo XVII y escudo Palacio de Gobierno de Durangopropio, que no es otro que el mismo de Bizkaia con alguna leve variante. Por cierto, es muy sorprendente cuando uno visita el Palacio de Gobierno de Durango ver representados en una pared los dos escudos, uno al lado del otro, con sus respectivos gallardetes en uno de los cuales dice "Vizcaya" y en el otro "Nueva Vizcaya".

Un dato interesante de Francisco de Ibarra es que en 1554, cuando apenas contaba con 16 años había dirigido una expedición a tierras de Zacatecas en la que descubrió las minas de plata de San Martín, Sombrerete, Chalchihuites, Nieves, Aviño y San Lucas y dejó fundadas las villas de San Alto, El Bautismo y San Miguel. Cuando ya había sido nombrado gobernador buscó una supuesta fabulosa región llamada "la Nueva Copala y su Laguna" pero nunca la encontró. Organizó su gobierno, que se caracterizó, como ya hemos dicho, por su espíritu cristiano y trató con humanidad y justicia a todos, sin distinciones ni menos discriminaciones para los indígenas, motivo por el cual, también como ya dijimos antes, fue sentido y llorado aun por los conquistados cuando falleció en el mineral de Pánuco, en Sinaloa, en 1575. En esta región fundó también varias importantes poblaciones que prosperaron y todavía existen.

Luego de haber fundado Durango, Ibarra fundó la ciudad de Chihuahua y otras poblaciones más del norte de aquellas regiones. En realidad, todo el norte de lo que ahora es México, incluidos los ahora estados de Arizona, Colorado, Kansas, Texas, Nuevo México (fundado por Juan de Oñate, hijo y sobrino respectivamente de Cristóbal y Juan de Oñate, los fundadores de Guadalajara) y California, ahora pertenecientes a Estados Unidos, hasta los confines de Canadá, fue explorado por los vascos y colonizado en su mayor parte por ellos.

Cabe hacer notar que en el año de 1998 se inauguró en la ciudad de Alcalde, Nuevo México, con motivo de los 400 años del primer asentamiento de los exploradores en este lugar, un gigantesco monumento ecuestre de Juan de Oñate, al que se considera el más grande el mundo en su género.

En cierta ocasión el barón Alejandro de Humboldt dijo en referencia a diversas regiones de América que "la parte llamada Nueva Vizcaya fue poblada en su mayor parte por gentes de origen vasco, y así sus habitantes son enérgicos, industriosos, laboriosos como sus antepasados. Esta es la provincia donde el elemento étnico europeo cuenta con mayor representación".

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